Una complicación convulsiva de la infección puede consistir en una sola convulsión o puede convertirse en epilepsia crónica. Las convulsiones pueden surgir como consecuencia aguda, subaguda o a largo plazo de un estado infeccioso. El tipo de complicación epiléptica y cuando surge de una infección dependen de la naturaleza de la enfermedad infecciosa, su duración y el tipo y el grado de daño al SNC.
Los datos cuantitativos sobre el riesgo de convulsiones por infección serían extremadamente útiles, pero hay pocos estudios detallados. Una de las razones es que el análisis retrospectivo de los factores de riesgo de convulsiones se complica por la interdependencia de los muchos eventos multisistémicos e iatrogénicos que típicamente afectan a los pacientes durante el curso de su enfermedad.
Se realizó un estudio retrospectivo de sobrevivientes de encefalitis o meningitis entre 1935 y 1981 para evaluar el riesgo de convulsiones no provocadas después de la infección del SNC.5 El riesgo a 20 años de desarrollar convulsiones no provocadas fue del 6,8%, y la proporción de casos observados y esperados de convulsiones no provocadas fue de 6,9. El aumento de la incidencia de convulsiones no provocadas fue mayor durante los primeros 5 años después de la infección del SNC, pero se mantuvo elevado durante los siguientes 15 años de seguimiento.
En este estudio, el tipo de infección del SNC y la aparición de convulsiones durante la fase aguda de la infección del SNC influyeron en gran medida en el riesgo de convulsiones no provocadas posteriores:
20 años el riesgo de convulsiones no provocadas | ||
Tipo de infección | Con aguda contexto de convulsiones | Sin agudo contexto de convulsiones |
encefalitis Viral | 22% | 10% |
meningitis Bacteriana | 13% | 2.4% |
a Los 20 años de riesgo de 2.1% para los pacientes con meningitis aséptica no fue mayor sobre el embargo de la incidencia en la población general.
Adaptado de: Goldstein MA y Harden CL. Estados infecciosos. In: Ettinger AB and Devinsky O, eds. Manejo de la epilepsia y trastornos coexistentes. Boston: Butterworth-Heinemann; 2002; 83-133. Con permiso de Elsevier (www.elsevier.com).