Dos brazos rotos dejan tiempo para pensar

Truman Reid, un estudiante de cuarto grado de la Escuela Primaria West University, se rompió ambos brazos al pasar por una rampa para bicicletas.

Me rompí ambos brazos a las 6:30 p. m.un día de este otoño después de pasar por una rampa para bicicletas. Fui al médico justo después de que sucedió, y nos enviaron a Urgencias, donde me hicieron una radiografía y encontraron tres huesos rotos. Luego, me enviaron a la sala de emergencias, donde me dieron medicamentos descabellados y me colocaron dos férulas. Estaba en casa a la 1: 30 a.m. No fui a la escuela durante dos días y pasé la mayor parte del tiempo viendo películas y descansando en el sofá.

Durante ese tiempo, pensé y aprendí muchas cosas. Tuve pensamientos aleatorios sobre Evel Knievel y las ardillas voladoras, pero también pensé que otras personas lo tenían peor que yo. No se ve a mucha gente con dos brazos rotos, pero mi situación era temporal, mientras que otras personas nunca pueden usar sus brazos.

También aprendí que no debes pensar en formas de que otras personas hagan cosas por ti, sino en formas de hacer las cosas por ti mismo. Deberías haberme visto intentando comer la primera semana. Imagínese tratando de comer un taco sin mover los codos o las muñecas! Seis días después, me pusieron los yesos. Por suerte, los míos estaban por debajo del codo. Si alguna vez te rompes un brazo o dos, estarás muy feliz si el yeso está debajo del codo. Le permite mover más de su brazo, y puede comer, recoger cosas y llegar más alto para sacar cosas de un estante.

Finalmente, aprendí lo mucho que todos se preocupan por mí. Mis amigos me devolvieron la bicicleta y el casco, y mi madre me llevó rápidamente a lugares médicos. Mi familia me ayudó a cuidar de mí, y mis amigos de la escuela me ayudaron a llevar mis tareas escolares y escribir. Otros amigos y vecinos me trajeron galletas y globos.

Cuando me rompí los dos brazos, aprendí sobre gratitud e ingenio. Estaba muy feliz de llevar un casco, pero realmente desearía haberme metido y enrollado. Una última cosa: Trate de no romper los dos brazos si puede. ¡Duele!

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