Variedad De Tratamientos Disponibles Para Reducir la Incomodidad Por el Síndrome De Ardor En la Boca
5 de marzo de 2010
Querida Mayo Clinic:
No he podido encontrar mucha información sobre el síndrome de ardor en la boca, que he tenido durante los últimos cuatro años. Tomo ácido alfa lipoico pero no he tenido ningún alivio. ¿Hay estudios en curso sobre este tema o sobre hallazgos recientes?
Respuesta:
El síndrome de boca ardiente es un trastorno de dolor crónico complejo, y la investigación en curso está examinando la afección. Pero si ha tenido esto durante cuatro años sin alivio, le recomendaría que, antes de probar nuevos tratamientos, reciba una evaluación exhaustiva de un médico que esté familiarizado con el síndrome de boca ardiente. Es importante descartar afecciones médicas subyacentes que podrían estar contribuyendo a los síntomas. Luego, si la afección realmente es el síndrome de boca ardiente, hay una amplia variedad de opciones de tratamiento disponibles, que incluyen pasos de autocuidado que pueden reducir el malestar.
Los síntomas del síndrome de ardor en la boca pueden incluir una sensación de ardor que afecta la lengua, los labios, las encías, el paladar, la garganta o toda la boca; una sensación de hormigueo o entumecimiento en la boca; boca seca; aumento de la sed; disminución del gusto y cambios en el gusto, como un sabor amargo o metálico en la boca. Por lo general, los síntomas aumentan y disminuyen. Para muchas personas, los síntomas son leves o ausentes por la mañana y empeoran progresivamente a lo largo del día.
Muchas enfermedades y afecciones pueden causar los síntomas del síndrome de ardor en la boca. Los más comunes incluyen deficiencias vitamínicas, alergias, boca seca, diabetes, enfermedad tiroidea, trastornos hormonales y afecciones neurológicas. A veces, una combinación de factores causa los síntomas. Para manejar el problema de la manera más efectiva, es mejor trabajar con un médico que esté dispuesto a investigar exhaustivamente todas las causas posibles. Si se identifica una afección médica subyacente, el tratamiento de esa afección puede ayudar a aliviar los síntomas.
En algunos casos, sin embargo, no se puede encontrar una causa clara. Si ese es el caso en su situación, el tratamiento todavía está disponible, aunque puede llevar algún tiempo encontrar la terapia que funcione mejor para usted.
Otras opciones de tratamiento incluyen una forma en pastilla del medicamento contra la ansiedad clonazepam; capsaicina, un analgésico que proviene de los chiles; algunos tipos de antidepresivos; medicamentos utilizados para tratar la candidiasis bucal; y vitaminas B.
Además, hay muchos pasos de cuidado personal que puede tomar que pueden ayudar a aliviar su malestar. Trate de identificar los desencadenantes que empeoran sus síntomas y, de ser posible, evítelos. Por ejemplo, algunas personas encuentran que los alimentos salados, ácidos o picantes intensifican la sensación de ardor. Además, manténgase alejado de los alimentos que son irritantes orales naturales, como el chocolate, la canela y la menta. Los alimentos con bordes duros, como los pretzels, los chips de tortilla y las nueces, también pueden irritar el interior de la boca.
Mantener la boca húmeda también puede ayudar. Use un humidificador en su dormitorio por la noche para mantener la humedad en el aire mientras duerme. Lleve consigo una botella de agua y tome sorbos con regularidad. El alcohol y el tabaco pueden resecarle la boca, así que evítelos tanto como sea posible. Si la boca seca es un problema persistente, pruebe con un sustituto de saliva de venta libre para reemplazar su saliva natural.
Aunque rara vez hay una forma sencilla de controlar el síndrome de boca ardiente, cuando todos los factores en juego se tratan correctamente, el pronóstico es en realidad bastante bueno. Con un tratamiento integral, aproximadamente del 60 al 70 por ciento de las personas con síndrome de boca ardiente ven que sus síntomas mejoran. Le recomiendo encarecidamente que encuentre un médico que evalúe su condición a fondo y luego trabaje con usted para desarrollar estrategias para ayudar a aliviar el dolor.
— – Alison Bruce, M. B., Ch.B., Dermatología, Clínica Mayo, Rochester, Minnesota.
