El pollo Catalana se desarrolló en el distrito de Cataluña, España, cerca de Barcelona. Toma su nombre de Cataluña, y a veces se le conoce como el «Prat», en reconocimiento a una zona agrícola de El Prat de Llobregat (más comúnmente conocida como «El Prat») que se encuentra al suroeste de Barcelona. La raza se desarrolló durante un largo período de tiempo utilizando las aves de raza autóctona de la zona, probablemente gallinas castellanas, con una mezcla de ganado asiático durante la segunda mitad del siglo XIX. No está claro si las poblaciones asiáticas eran pollos Cochin o pollos Cochin China, siendo estos últimos los pollos comunes de raza terrestre de doble propósito que se encuentran alrededor de los puertos marítimos orientales durante este período de tiempo. España, al ser una nación navegante, sin duda tenía acceso a cualquiera de las dos.
La raza se presentó al resto del mundo en la Feria Mundial de 1902 celebrada en Madrid, España. Fue recibido favorablemente y, en 1949, había sido admitido en el estándar en Estados Unidos como una raza reconocida. El pollo Catalana atrajo a un número limitado de seguidores en los Estados Unidos y Canadá, pero fue popular en los países de América Latina. Durante la década de 1920, la raza se utilizó con mucho éxito en la industria comercial en Argentina. De hecho, en 1998, un caballero argentino trajo huevos para incubar a la exposición de 10.000 aves celebrada en Columbus, Ohio. Su familia todavía usaba comercialmente el pollo catalán y puso a disposición los huevos para ayudar a difundir la raza. Varios criadores de aves de corral aseguraron un comienzo en esta raza a partir de esta importación.
Una raza resistente de doble propósito, el pollo Catalana tiene el estilo, el estado de alerta, la actividad y la capacidad de forrajeo típicos de los pollos mediterráneos. Ponen grandes huevos blancos en abundancia y rara vez se convierten en broody. Los gallos y las capas de sacrificio se caracterizan por tener muy buenas canales y carne suculenta. Los gallos también se utilizan en la producción de capones de calidad en España. En color son un rico buff con colas negras, los machos tienen un brillo verde iridiscente en sus hoces y un color rojizo en sus pezuñas, espalda y plumas de silla de montar. Los polluelos son resistentes y de color lustre, a veces con un patrón de ardilla muy tenue a lo largo de la espalda. En España se reconoce una variedad blanca de catalana además del buff. La raza se caracteriza por una excelente tolerancia al calor.
Las gallinas catalanas deben tener lóbulos blancos en las orejas; peines rojos grandes, que se desploman en las hembras; ojos de laurel rojizos; patas y dedos de pizarra azulados; piel blanca rosada; y picos de color cuerno claro. Los machos pesan 8 libras y las hembras 6 libras.
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