La investigación psicológica actual ha encontrado que la terapia cognitiva conductual es, con mucho, el tratamiento con mayor efecto para la ansiedad en general, y el trastorno de pánico en particular. Además de su eficacia, la TCC para el pánico también es significativamente más corta en duración que la terapia de conversación tradicional, con TCC para el trastorno de pánico que generalmente dura solo 12-16 sesiones. Además, los avances logrados en la TCC son más duraderos que los logrados con los medicamentos para la ansiedad, que cuando se disocontinúan, a menudo resultan en una recaída de los síntomas.

El tratamiento cognitivo conductual para los ataques de pánico y el trastorno de pánico generalmente implica alguna combinación de las siguientes intervenciones:

• Entrenamiento de relajación: El entrenamiento de relajación puede ser útil para comenzar las etapas del tratamiento para el pánico. A menudo, las personas se han vuelto cada vez más ansiosas con el tiempo, tanto que sus cuerpos están sobrecargados de tensión muscular, lo que los hace aún más susceptibles a la ansiedad adicional. Por lo general, el entrenamiento de relajación implica respiración relajada o relajación muscular progresiva, formas de disminuir la excitación ansiosa fisiológica. Esto ayuda a reducir la vulnerabilidad futura a la ansiedad.

• Reestructuración Cognitiva: La reestructuración cognitiva es un método para ser más consciente de los patrones de pensamiento que provocan ansiedad y reemplazarlos con un pensamiento más equilibrado y menos ansioso. Al reducir la intensidad de sus reacciones a los síntomas de pánico y situaciones temidas, puede reducir aún más su ansiedad y disminuir la frecuencia, intensidad y duración de los síntomas de pánico.

• Atención plena: Una técnica meditativa tomada de las tradiciones orientales de meditación, la atención plena como herramienta para superar la ansiedad se está convirtiendo cada vez más en el foco de una gran cantidad de investigación científica. En el tratamiento del trastorno de pánico, se utiliza para ayudar a enseñar a las personas a experimentar sensaciones físicas desagradables sin reaccionar negativamente a ellas, cortocircuitando así el círculo vicioso del miedo y el pánico.

• Tratamiento de exposición: Una vez que las personas se sienten menos ansiosas por futuros ataques de pánico debido al uso de entrenamiento de relajación, atención plena y reestructuración cognitiva, son más capaces de enfrentar situaciones que provocan ansiedad. La exposición sistemática es una intervención que ayuda a las personas a enfrentar lo que normalmente evitan. Al ponerse a propósito en situaciones desafiantes, desactivan el miedo asociado con ellos, y ya no temen las situaciones en el futuro.

• Reducción del estrés: Para algunas personas, reducir los factores estresantes puede ser una parte importante del tratamiento para la ansiedad. Una combinación de 1) aprender a reaccionar a diferentes situaciones con más calma y 2) reducir el estrés innecesario, puede ser útil para reducir la ansiedad general y mejorar la calidad de vida.

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