No hay cura para la enfermedad de Charcot-Marie-Tooth. Los científicos tampoco han ideado terapias aprobadas para abordar las causas subyacentes del trastorno neurológico genético.
Sin embargo, una mayor comprensión de los genes que causan la CMT y de cómo la causan, ha llevado a los investigadores a comenzar a desarrollar terapias que podrían prevenir o tratar la enfermedad.
La causa de la TMC es una mutación genética, y muchas mutaciones están asociadas con ella. Un gen defectuoso produce una proteína anormal o ninguna proteína en absoluto. A veces, la mutación implica copias adicionales de un gen, lo que desencadena la sobreproducción de una proteína. Esto conduce a una interrupción de las señales nerviosas entre el cerebro y los músculos, lo que resulta en pérdida de sensibilidad y debilidad, generalmente comenzando en los pies.
La gravedad y la progresión de la CMT dependen del tipo de mutación que tengan los pacientes. Esto puede afectar los tratamientos que funcionan para ellos.
Los investigadores están estudiando los genes que causan la enfermedad y la forma en que las mutaciones los afectan. También están tratando de identificar genes adicionales que causan la CMT.
La Asociación CMT está a la vanguardia de la investigación de la enfermedad a través de su programa STAR, pero también participan otras organizaciones.
Comprensión de la CMT
Varios grupos de investigación se están centrando en aumentar la comprensión de los científicos de la CMT y en desarrollar formas de diagnosticarla.
Un ejemplo es el proyecto TREAT-CMT, una colaboración entre 12 grupos de investigación en España. El proyecto tiene una serie de objetivos. Una es identificar mutaciones adicionales que causan CMT. Otro es el descubrimiento de biomarcadores que pueden detectar la enfermedad. Otro es el desarrollo de modelos celulares o animales de TMC que se pueden usar para probar tratamientos.
Fármacos en investigación
En ensayos clínicos se están evaluando varias terapias potenciales de TMC.
Pharnext desarrolló PXT3003 para tratar a personas con TMC tipo 1A, la forma más común de la enfermedad. Actúa bloqueando la PMP22, una proteína cuya sobreproducción en algunos pacientes con CMT1A causa daño nervioso.
Los ensayos clínicos de fase 2 mostraron que el PXT3003 era un tratamiento prometedor para la CMT1A y que era seguro. Los resultados se publicaron en Orphanet Journal of Rare Diseases.
La compañía también está llevando a cabo un ensayo de fase 3 de la terapia. El ensayo internacional, aleatorizado, doble ciego, controlado con placebo (NCT02579759) se llama PLEO-CMT. Además, está realizando un estudio de extensión de seguridad a largo plazo (NCT03023540) de PXT3003 que ha denominado PLEO-CMT-FU.
Otro ejemplo de un fármaco en investigación CMT fue ACE-083, desarrollado por Acceleron Pharma. Su objetivo era mejorar la fuerza y la masa muscular de los pacientes. Después de resultados positivos iniciales en ensayos clínicos, ACE-083 no produjo mejoras significativas en la calidad de vida y las mediciones funcionales en un ensayo de fase 2 que llevó a su interrupción en 2020.
Los reguladores han aprobado la solicitud de Addex Therapeutics de probar su candidato a fármaco CMT1A, ADX71441, en ensayos clínicos.
Los investigadores han probado la capacidad de la terapia para inhibir la enzima histona desacetilasa en un modelo de pez cebra de CMT2A, la segunda forma más común de CMT. La hiperactividad de la enzima se asocia con CMT2A.
El trabajo se está realizando en la Universidad de Sheffield en Inglaterra, en colaboración con la Hereditary Neuropathy Foundation y Acetylon Pharmaceuticals, una filial de Celgene.
Es importante tener en cuenta que no todos los ensayos clínicos son exitosos. Por ejemplo, los investigadores investigaron si la vitamina C podría ayudar a los pacientes con TMC. Los resultados sugieren que no hubo beneficio.
Terapia con genes y células madre
Otros enfoques que los investigadores están tomando para desarrollar tratamientos para la TMC son la terapia génica y la terapia con células madre.
La terapia génica consiste en entregar una copia funcional de un gen defectuoso en la enfermedad. La terapia con células madre implica la entrega de células sanas para promover la regeneración nerviosa.
Los investigadores han realizado estudios de estos enfoques, pero ninguna de las técnicas ha avanzado a la etapa de ensayo clínico.
En un estudio de un modelo de ratón de CMT1A, los investigadores utilizaron un virus para entregar una versión funcional del gen NT-3. Ese gen está involucrado en la supervivencia de las células de Schwann, que mantienen la vaina protectora de mielina que rodea los nervios. La liberación de un gen funcional parecía promover la regeneración nerviosa.
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