¿Ha visto alguna vez una foto de un bebé dentro del cuerpo de su madre? Si es así, es posible que se haya preguntado cómo los médicos introducen sus cámaras en el cuerpo para tomar estas fotografías.
¿Creerías que esas fotos no provienen de cámaras? ¡En realidad están hechas con sonido!
La ecografía, también llamada ecografía, es una tecnología médica que utiliza ondas de sonido de alta frecuencia y sus ecos para crear imágenes de cómo se ve el interior del cuerpo. Los principios científicos que hacen esto posible son similares a los que permiten a los murciélagos, ballenas y delfines «ver» lo que los rodea usando la ecolocalización.
La tecnología de ultrasonido se desarrolló por primera vez durante la Primera Guerra Mundial para ayudar a rastrear submarinos bajo el agua. La tecnología se llamaba SONAR, que significa Navegación y Alcance de sonido. El ultrasonido no se usó con fines médicos hasta la década de 1950.
Las ondas de sonido de alta frecuencia utilizadas en la tecnología de ultrasonido no pueden ser escuchadas por los oídos humanos. En su lugar, se utiliza una herramienta especial llamada transductor para enviar ondas sonoras y detectar los ecos que regresan.
A medida que las ondas sonoras pasan por el interior del cuerpo, diferentes tipos de tejidos conducen el sonido de manera diferente. Se producen una variedad de ecos.
Estos ecos pueden identificar el tamaño y la forma de los órganos y otros objetos dentro del cuerpo. Una computadora especial en la máquina de ultrasonido puede leer estos ecos para obtener una imagen de cómo se ve el interior del cuerpo.
Por lo general, los médicos usan una ecografía para estudiar una parte en particular del interior del cuerpo, como un órgano interno, ¡o el bebé no nacido de una mujer embarazada! La tecnología de ultrasonido es muy segura y a los médicos les gusta porque no es invasiva. Eso significa que no implica penetrar la piel o el cuerpo.
Las ecografías se utilizan a menudo durante el embarazo para ayudar a los médicos a vigilar el desarrollo del bebé. También hay muchos otros usos médicos para la tecnología de ultrasonido. Los ultrasonidos se han utilizado para explorar la mayor parte del cuerpo y diagnosticar diversos problemas con los órganos internos.
Los recientes avances en tecnología han dado lugar al desarrollo de imágenes de ultrasonido 3D. Mediante el uso de múltiples imágenes bidimensionales, los ordenadores especiales pueden combinar varias imágenes en una representación 3D. Los médicos creen que esta nueva tecnología conducirá a una detección más temprana del cáncer, así como a la capacidad de evaluar mejor el flujo sanguíneo en los órganos y el desarrollo de los bebés en el útero de la madre.