Los cefalópodos coleoides (sepia, calamar y pulpo) surgieron de sus antepasados descascarados durante el Devónico tardío; se diversificaron en el Jurásico, pero no irradiaron sustancialmente hasta el Terciario. Desde entonces, han coevolucionado con los peces (1). Los calamares son menos eficientes energéticamente que los peces (2), pero han sobrevivido junto a ellos mediante la evolución de estrategias de reproducción y alimentación altamente oportunistas (3, 4), así como la inyección y el entintado rápidos para escapar y defenderse. Se sabe poco acerca de las estrategias de la historia de vida de las formas fósiles, pero los únicos cefalópodos con cáscara supervivientes, los nautilus, tienen una vida relativamente larga y son iteróparos; es decir, al igual que la mayoría de los miembros de otras clases de moluscos, se reproducen más de una vez durante sus vidas. En contraste, todos los demás cefalópodos vivos son generalmente de corta vida (generalmente 1 año) y tienen reproducción monocíclica y un historial de vida semélparo. Los coleoides semélparos de corta duración se caracterizan por el calamar omastrefido de latitud media que proporciona el modelo básico considerado aquí. Esta familia es relativamente primitiva y biológicamente bien conocida. Sus miembros son esencialmente monocíclicos, pero algunas especies pueden desovar sus huevos en lotes (5, 6) aunque no hay evidencia de esto en desovaciones de laboratorio (7). La mayoría de los calamares loligínidos, al menos en mares templados, tienen un ciclo de vida similar al de los ommastrefidos, a pesar de tener diferentes hábitos de desove. Una comparación de la energía de por vida y el patrón de crecimiento de los moluscos iteróparos bentónicos con los de los omásrefidos semélparos pelágicos muestra que, aunque algunos calamares pueden alcanzar una longitud de 1 m o más, la asignación de sus recursos energéticos entre los componentes de crecimiento es esencialmente característica de la vida temprana, especialmente el primer año, de las formas iteróparas. El presupuesto de energía de por vida de estos calamar parece haber evolucionado por progenesis fisiológica, un proceso en el que la maduración se acelera mientras que otros aspectos de la fisiología son más típicos de los juveniles.