El secreto para iniciar y mantener una relación amorosa entre tu perro y un gato nuevo (o viceversa) radica en el cuidado con el que los presentas el uno al otro. Ya ha tomado la decisión de traer una especie diferente a la casa, así que invierta tanto tiempo y cuidado como pueda para asegurarse de que ambos animales comiencen con una experiencia positiva el uno con el otro.
La introducción de un gato y un perro se puede dividir mejor en los siguientes siete pasos:
Paso 1: Cuando traigas por primera vez a casa al perro o gato nuevo, confínalos a un área específica de la casa donde no puedan verse. El objetivo es permitir que los dos animales se huelan y se oigan sin verse. Esta disposición le da al recién llegado mucho tiempo para acostumbrarse a su nueva sala de estar, mientras que su mascota residente está confinada de forma segura por su cuenta.
Paso 2: Durante este tiempo de separación, toma una toalla o camiseta vieja y frótala por todo el perro o gato nuevo. Luego tome la toalla y llévela a la habitación donde se encuentra su mascota residente. Coloca la toalla junto al perro o gato para que se acostumbren al aroma de la nueva mascota. Este es el primer paso para que cada animal se acostumbre el uno al otro.
Paso 3: Permita que este arreglo continúe durante aproximadamente una hora o dos. Después de que este período de tiempo haya terminado, cambie la escena. Coloque a cada animal en la habitación donde estaba el otro de antemano y asegúrese de darle una toalla perfumada al nuevo gato o perro, con el olor de la otra mascota frotado sobre él.
Paso 4: A continuación, creará una asociación positiva entre sí al tener a cada animal en diferentes lados de una puerta cerrada. Coloque algunas golosinas o alimentos para mascotas para ambos al lado de la puerta. El objetivo es conseguir que cada animal disfrute de su comida sabiendo que están cerca el uno del otro. Esto comienza una asociación positiva entre la alegría de la comida y saber que ambas mascotas están haciendo algo divertido mientras sienten la presencia del otro.
Paso 5: Continúe con esta disposición hasta que note que los animales tienen menos curiosidad por olfatearse entre sí desde debajo de la puerta. Su próximo movimiento durante este período de introducción es permitir que cada animal se vea entre sí, pero aún estando dividido por una puerta o puerta mosquitera. Puede haber cierta tensión inicial que eventualmente disminuirá a través de golosinas y caricias de ambos animales.
Paso 6: Una vez que estén calmados y relajados, permita que ocurra más interacción lentamente. Por ejemplo, puedes llevarlos a ambos a la misma habitación, pero mantén a tu perro con una correa mientras te sientas en el sofá. El gato se acercará a su perro a su propio ritmo. Si su perro se vuelve demasiado excitado y agresivo, un chorrito rápido de agua es mucha disciplina. Su trabajo es evitar que su perro cree el hábito de emocionarse y querer perseguir al gato. Y el gato debe comprender que el perro no lo acosará.