Los pacientes con neuralgia cervical generalmente se someten a exámenes radiográficos de la columna cervical. Si las radiografías muestran lesiones degenerativas, hay razones para creer que la mayoría de los médicos aceptan estas como la explicación de las quejas.
No tomaré aquí ningún punto de vista con respecto a las muchas teorías que intentan explicar el síndrome cervicobraquial. Sin embargo, cabe mencionar de manera preliminar el hecho de que los cambios degenerativos roentgenológicos en la columna cervical se han observado con tanta frecuencia en personas que no presentan síntomas clínicos que la investigación radiológica, según muchos autores, no tiene importancia en los casos de neuralgia braquial común. No obstante, es innecesario señalar que el roentgenograma es importante para excluir trastornos más graves.
En este trabajo, que no pretende cumplir con estándares científicos estrictos, pero que, se espera, permitirá algunas conclusiones positivas, he tratado de responder a tres preguntas simples:
Con qué frecuencia es posible demostrar hallazgos de rayos X patológicos en personas sin síntomas clínicos, y con qué frecuencia en personas que tienen o han tenido neuralgia braquial? |
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¿Con qué frecuencia se ha presentado neuralgia cervical en personas con hallazgos patológicos de rayos X en la columna cervical ? |
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¿Cuál es la distribución de los hallazgos radiológicos patológicos en la columna cervical ? |
El presente material consta de un grupo más grande de 320 personas y un grupo más pequeño de 77. El grupo mayor (182 hombres y 138 mujeres), de entre cuarenta y ochenta y nueve años de edad, fue elegido entre los pacientes de un departamento de rayos X con enfermedades muy diferentes sin ninguna relación con la columna cervical. Todos fueron examinados radiográficamente en posición lateral erecta y también en posición oblicua derecha e izquierda de 45 grados, a una distancia de 1,2 metros del tubo. Las radiografías se obtuvieron después del cribado del paciente, girándolo de una manera u otra hasta que se observaran con mayor claridad los forámenes intervertebrales.
El grupo más pequeño estaba formado por 77 soldados sanos de entre dieciocho y treinta años de edad. Ninguno de ellos había tenido síntomas de neuralgia braquial. Solo se tomaron radiografías laterales en estos casos, con el propósito de investigar las dimensiones habituales de los espacios de disco a diferentes niveles en sujetos presumiblemente normales en los que debemos suponer que aún no se habían desarrollado hallazgos degenerativos visibles roentgenológicamente. Aquí no hay un acuerdo general. La mayoría de los autores consideran que los discos se vuelven cada vez más gruesos de arriba hacia abajo, mientras que otros creen que son de espesor uniforme. Si un disco es más delgado que el anterior, se supone que está degenerado. Otros, sin embargo, consideran que un solo disco, especialmente el que está entre C-6 y C-7, normalmente puede ser más delgado que el anterior.
En el grupo de 77 hombres sanos había 11 con un disco un poco más delgado que el anterior. Ocho de este número tenían entre dieciocho y veinte años de edad.