Como editor, quiero agradecer especialmente al Dr. Ernst Freese por su cooperación útil en la preparación de estos volúmenes, y expresar mi solicitud a los Dr. Kurt Hirschhorn y Marvin Legator, los otros miembros del consejo editorial. Prólogo de enero de 1971 de Alexander Hollaender El propósito de estos volúmenes es fomentar el desarrollo y la aplicación de procedimientos de pruebas y monitoreo para evitar una exposición humana significativa a agentes mutagénicos. La necesidad de protección contra la exposición a sustancias químicas posiblemente mutagénicas recién se está dando cuenta en general. El Informe publicado recientemente por la Comisión del Secretario sobre Pesticidas y sus Posibles Efectos en la Salud (el Informe Mrak-Departamento de Salud, Educación y Bienestar de los Estados Unidos, diciembre de 1969) ha sido un comienzo importante. Su Grupo de Expertos sobre Mutagenicidad recomienda que todos los plaguicidas utilizados en la actualidad se sometan a pruebas de mutagenicidad en varios sistemas relativamente sencillos y desarrollados recientemente. La puesta en práctica de recomendaciones como estas dependerá de convencer al gobierno, a la industria y al público de que el problema es importante, de que las pruebas propuestas serían eficaces y de que se pueden llevar a cabo a un costo que no sea prohibitivo. ¿Por qué es importante detectar la actividad mutagénica de los agentes ambientales? Para aquellos que lean este libro, la respuesta es evidente. La condición sine qua non de todo lo que valoramos y de todo lo que somos es nuestra herencia genética.