Resumen
Los tiburones martillo (Familia: Sphyrnidae) se caracterizan por una expansión lateral conspicua y aplanamiento dorsoventral de la cabeza formando una estructura conocida como cefalofoil, sin embargo, hay una variación morfológica sustancial dentro del clado. Se han propuesto muchas teorías sobre los aspectos funcionales de esta estructura. Una de ellas es que puede producir una elevación dinámica beneficiosa a medida que el tiburón nada (de manera similar a las alas abombadas que se encuentran en muchos aviones modernos). Como los tiburones no poseen vejiga natatoria, parte de su ingesta de energía se gasta simplemente en mantener la estación vertical en la columna de agua. Si de hecho el cefalofoil constituye una característica generadora de elevación anterior, tal gasto de energía teóricamente podría reasignarse. Digitalizamos la forma de cabeza de las ocho especies vivas de tiburón martillo y realizamos un análisis de dinámica de fluidos computacional (CFD) para cuantificar las fuerzas de elevación y arrastre asociadas con cada una de las diversas morfologías de cefalofoil. Para la comparación, se analizaron tres especies de carcharinidos, el tiburón toro (C. leucas), el tiburón punta negra ( C. limbatus) y el tiburón limón (N. brevirostris). Se suponía que la adición de una estructura de elevación a la morfología del tiburón debería haber efectuado los cambios evolutivos correspondientes en otras características generadoras de elevación. Para probar esta hipótesis, se recopilaron datos morfométricos de numerosos especímenes y se utilizó regresión múltiple junto con un enfoque teórico de la información para la selección de modelos. El cefalofoil parece producir solo fuerzas de elevación sustanciales en ángulos de incidencia positivos con el flujo. Estas morfologías de cabeza, mientras tanto, parecen caracterizarse por una mayor resistencia que sus contrapartes cararinidas. El análisis estadístico corrobora la creencia actual de que las fuerzas hidrodinámicas que actúan sobre el cefalofoil reducen la estabilidad durante la natación. La implicación ecofisiológica