LA aparición del silicato ferroso hidratado, la camosita, en las piedras de hierro sedimentarias fue descrita por Hallimond1. Más tarde, con Harvey y Bannister2, concluyó que la chamosita difería de los cloritos que contenían hierro. Brindley3, 4 examinó chamositas de lateritas y otras fuentes, y concluyó que eran de tipo caolín. Muchas de las variaciones en los diagramas de rayos X se explicaron por la existencia de dos estructuras de tipo caolín, una ortoexagonal y una monoclínica, con dimensiones de celda simplemente relacionadas. Al igual que otros minerales arcillosos, la camosita tenía desplazamientos aleatorios de capas paralelas al eje b de múltiplos integrales de b / 3, dando lugar a reflexiones agudas (hkl) solo para k = 3n. Brindley concluyó de la presencia de reflexiones (hkl) para h ≠ 3n que no hubo desplazamientos aleatorios del eje a de capas dentro de una sola estructura, similares a los ‘errores’ en la estructura de cobalto de Wilson5 y Edwards, Lipson y Wilson6. La forma ortohexagonal pura fue encontrada en un mineral de hierro de los principales lechos oolíticos de Corby, Northamptonshire, por Brindley y Youell7.