La fase aguda inicial dura aproximadamente dos meses después de la infección. Durante esta fase, un gran número de parásitos circulan en la sangre. En la mayoría de los casos, los síntomas están ausentes o son leves, pero pueden incluir fiebre, dolor de cabeza, agrandamiento de los ganglios linfáticos, palidez, dolor muscular, tos, dificultad para respirar, agrandamiento del hígado , hinchazón corporal generalizada, diarrea, inflamación del corazón (con dolor de pecho e incluso insuficiencia cardíaca) y, con menos frecuencia, meningoencefalitis (con convulsiones e incluso parálisis).
Signo de Romaña
En menos del 50% de las personas mordidas por un insecto triatómino, los primeros signos visibles característicos pueden ser una lesión en la piel (chagoma) o una hinchazón púrpura de los párpados de un ojo (signo de Romaña).
La fase aguda puede ocurrir a cualquier edad, pero con frecuencia es más grave en niños de 2 años>
La fase aguda es seguida por la fase crónica, durante la cual los parásitos se ocultan principalmente en el corazón y el músculo digestivo.
Se pueden observar diferentes formas clínicas:
- la forma indeterminada, la forma más frecuente, asintomática y sin signos aparentes de enfermedad, se encuentra típicamente inmediatamente después de la fase aguda y es de por vida en la mayoría de los pacientes;
- la forma cardíaca ocurre en hasta un tercio de los pacientes, afectando el sistema de conducción eléctrica del corazón, causando arritmia, trastorno del músculo cardíaco, insuficiencia cardíaca y embolias;
- la forma digestiva (generalmente agrandamiento del esófago y/o el colon), observada en el sur de la cuenca del Amazonas, o
- una forma mixta que afecta al corazón, el sistema digestivo y el sistema nervioso autónomo ocurre en ≤15% de los pacientes.
Miocardiopatía dilatada
Dependiendo del daño cardíaco, la tasa de mortalidad en un período de 10 años puede variar de 9 a 85%. Los pacientes suelen morir, por orden de frecuencia, de muerte súbita causada por arritmias, insuficiencia cardíaca y accidente vascular cerebral, a menudo en los primeros años de la vida adulta.
