Úselo como pinzas para sacar la carne de mejillón de otras conchas y luego colóquela en la boca. En lugar de desechar los mejillones sobrantes, póngalos en el refrigerador y vuelva a calentarlos más tarde. Sin embargo, tienen una tendencia a secarse cuando se recalientan, por lo que debe hacerlo con cuidado.
- los Mejillones son un delicado sabor de los mariscos elemento que ofrecen altos niveles de proteína, hierro y manganeso.
- Úselo como pinzas para sacar la carne de mejillón de otras conchas y luego colóquela en la boca.
Retire los mejillones de el caldo y reservar.
Vierta el caldo en la cacerola y póngalo en la estufa. Llevar el caldo a ebullición completa.
Retire la cacerola que contiene el caldo del fuego tan pronto como el caldo haya comenzado a hervir. Devuelve los mejillones a la cacerola.
- Retire los mejillones de el caldo y reservar.
- Retire la cacerola que contiene el caldo del fuego tan pronto como el caldo haya comenzado a hervir.
Agite la cacerola o revuelva los mejillones para asegurarse de que el caldo casi hirviendo entre en contacto con todos los mejillones. Esto recalentará la carne de mejillón sin secarla ni cocinarla demasiado, lo que puede dar lugar a mejillones masticables y gomosos.
Retire los mejillones del plato que los acompaña (por ejemplo, la pasta) y reserve los mejillones.
- Retire los mejillones del plato que los acompaña (por ejemplo, la pasta) y reserve los mejillones.
Calentar el plato que acompaña a su mejillones. Puede hacer esto en la estufa, en el horno o en el microondas, dependiendo del plato. Caliente la comida hasta que esté muy caliente; la comida tibia no ayudará a recalentar los mejillones.
Retire los mejillones de sus conchas como recalienta el plato acompañante.
Retire el plato de acompañamiento del fuego y agregue los mejillones sin cáscara. Revuelva bien para asegurarse de que todos los mejillones entren en contacto sólido con el plato caliente. El calor del plato recalentará los mejillones.
Retire los mejillones de sus conchas si es absolutamente necesario recalentarlos solo.
Coloque los mejillones en un plato apto para microondas. Cubre el plato con una toalla de papel húmeda. Use un plato tan pequeño como pueda para sostener todos los mejillones para disminuir su tendencia a secarse.
Calienta los mejillones en el microondas a una potencia del 30 por ciento durante 15 segundos a la vez, comprobándolos después de cada intervalo, hasta que estén tan calientes como desees.