Las pruebas de detección adecuadas son importantes para detectar el cáncer temprano, cuando es más probable que sea curable. Según el Colegio Americano de Radiología, la mamografía ha ayudado a reducir las muertes por cáncer de mama en casi un 40% desde 1990.
La mamografía es el tipo de examen mamario más común que se utiliza para detectar enfermedades mamarias en las mujeres. Es una radiografía rápida y no invasiva que puede detectar tejido mamario anormal o cambiante y potencialmente detectar cáncer. La mamografía anual de detección le brinda las mejores posibilidades de detectar el cáncer a tiempo. El Colegio Americano de Radiología dice que los cambios en el tejido mamario se pueden ver en una mamografía hasta dos años antes de que una paciente pueda sentirlos.
Mamografía 3D para Mamas Densas
Un avance reciente en la mamografía es el uso de la Tomosíntesis Mamaria o mamografía 3D. La mamografía 3D ha ayudado a mejorar las probabilidades de encontrar cáncer de mama en mujeres con senos densos y en otras pacientes de alto riesgo. La densidad mamaria se divide en cuatro categorías de (1) densidad completamente grasa – muy poca; (2) densidades fibroglandulares dispersas: mínimamente densas; (3) heterogéneas o moderadamente densas; y (4) extremadamente densas. Las mujeres en las dos últimas categorías se identifican como con senos densos. Casi un tercio de las mujeres tienen tejido mamario denso, lo que hace que la mamografía 2D tradicional sea menos precisa.
Las ventajas de la mamografía 3D para mujeres con tejido mamario denso incluyen:
- Menos necesidad de retiros del mercado mirar áreas «sospechosas»
- Menos falsos positivos
- Menos pruebas invasivas
- Potencial para la detección y el tratamiento más tempranos del cáncer de mama
Si Mi Mamografía Es Anormal
Hacerse una mamografía anualmente es esencial porque detecta cambios en el tejido mamario, no solo cáncer. En primer lugar, su médico está buscando áreas sospechosas que hayan cambiado durante el último año. Pero no temas a una mamografía anormal.
Si su radiólogo detecta cambios en el tejido mamario, es probable que le hagan pruebas adicionales que podrían incluir:
- Vistas de mamografía adicionales. Es común que te llamen después de una mamografía de detección; no siempre significa que tengas cáncer. A veces, la imagen no es clara, o tienes un quiste que necesita ser medido para el seguimiento. Si no tiene mamografías previas para que el médico compare un tejido irregular, es probable que le vuelvan a llamar para obtener vistas adicionales.
- Ecografía mamaria. Si el radiólogo encuentra un lugar sospechoso o si tienes tejido mamario denso, es posible que solicite una ecografía de la mama. Una ecografía utiliza ondas sonoras para examinar el tejido mamario que facilitan la detección de anomalías en las mamas densas.
- Resonancia magnética de mama. Por lo general, se usa una resonancia magnética de la mama si tienes un riesgo alto de cáncer de mama, antecedentes familiares fuertes de cáncer de mama o mutaciones genéticas como BRCA1 o BRCA2.Biopsia de mama. Hacerse una biopsia no significa que tendrá cáncer, pero es la mejor manera de averiguar si tiene cáncer. Una biopsia extrae un pequeño trozo de tejido que un patólogo puede examinar en busca de células cancerosas. Por lo general, la biopsia se puede realizar en una sala de diagnóstico por imágenes con una aguja pequeña para recoger una muestra de tejido. Luego se colocará un pequeño clip o marcador en el área para que se pueda encontrar fácilmente en futuras mamografías y si es necesaria la cirugía.
Pruebas genéticas para el cáncer de mama
Es poco frecuente portar una mutación genética y las pruebas positivas no garantizan que desarrollarás cáncer de mama u ovario. Sin embargo, las mutaciones genéticas si están presentes son un indicador de que usted está en riesgo.
Si se realiza una prueba genética y se encuentra una mutación, los médicos recomiendan mamografías y resonancias magnéticas de mama regulares. No tener una mutación no garantiza que no desarrolle cáncer de mama u ovario. De hecho, estas mutaciones solo son responsables del diez por ciento de todos los casos de cáncer de mama.
La mayoría de los médicos recomiendan comenzar una mamografía anual a los 40 años, incluso si no tiene antecedentes familiares. Si ha tenido familiares que han tenido cáncer de mama a una edad temprana o ha dado positivo para un gen relacionado con el cáncer de mama, hable con su médico para comenzar su examen anual antes de los 40 años.
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