Sí, lo son.
La mayoría de los refrigerantes que se encuentran en los acondicionadores de aire, refrigeradores y congeladores contienen fluorocarbonos, y muchos compuestos de fluorocarbono contienen cloro. Los refrigerantes con clorofluorocarbonos (CFC) se utilizaban comúnmente en equipos fabricados antes de 1995. Los equipos fabricados antes de 2010 pueden utilizar refrigerantes de hidroclorofluorocarbonos (HCFC). Algunos equipos más nuevos utilizan refrigerantes de hidrofluorocarbonos (HFC), que no contienen cloro.
La Ley de Aire limpio describe prácticas específicas de contención y gestión de refrigerantes. Básicamente, todos los refrigerantes CFC y HCFC deben recuperarse, reciclarse y regenerarse durante el mantenimiento y las reparaciones. Esto significa confiar en un técnico de servicio certificado por la EPA («certificación de la sección 608») para reparar los sistemas de refrigeración, porque tienen equipo para garantizar que los refrigerantes se manipulen según sea necesario. No lo haga usted mismo y no lleve el equipo viejo al vertedero sin haber recuperado primero el refrigerante.
Los refrigerantes HFC benignos desde el punto de vista atmosférico seguirán en producción, pero se eliminarán gradualmente los refrigerantes CFC y HCFC. La producción de CFC cesó en 1995. La producción de HCFC cesará en 2020 (HCFC-22) o 2030 (HCFC-123). Esto significa que, aunque el equipo que utiliza estos refrigerantes puede funcionar bien durante 20 o 30 años, es posible que no se disponga de refrigerante nuevo o reciclado para su mantenimiento. No compre equipos que utilicen refrigerantes con CFC. Tenga en cuenta la vida útil del producto y la disponibilidad futura de refrigerante al considerar la compra de equipos que utilicen refrigerantes HCFC. De ser posible, evite comprar equipo que utilice HCFC.
Los enfriadores de árboles son generalmente los sistemas de refrigeración más grandes del Servicio Forestal. Debido a que son tan caros, puede ser más económico convertirlos en otro refrigerante que reemplazar el sistema de refrigeración.
Problemas de salud: Los CFC y los HCFC son más ligeros que el aire, por lo que se elevan a la estratosfera, donde la luz ultravioleta libera el cloro. Un solo átomo de cloro puede destruir miles de moléculas de ozono, diluyendo la capa de ozono protectora de la Tierra. La capa de ozono es importante porque modera la radiación que la tierra recibe del sol. Una capa de ozono más delgada significa más cánceres de piel y cataratas. Las plantas marinas y terrestres también pueden resultar dañadas.