Varios miles de personas han asistido a una ceremonia en la ciudad cubana de Santa Clara para recordar al icono revolucionario Ernesto «Che» Guevara, 50 años después de su captura y muerte.
Entre las multitudes en su estatua y mausoleo estaba su viejo amigo, el presidente cubano Raúl Castro.
Muchos más vieron en casa en la televisión estatal mientras el presidente Castro colocaba una rosa blanca en la tumba de Guevara.
El revolucionario sigue dividiendo la opinión tanto hoy como en la vida.
Durante cinco décadas su nombre ha adornado todos los rincones de Cuba, desde billetes hasta vallas publicitarias, su imagen una de las más reconocibles de América Latina.
La gente que se presentó en Santa Clara, la ciudad sinónimo de su mayor victoria en la batalla, vestida con camisetas del Che o sosteniendo su imagen en fotos, lo ven como nada menos que un héroe.
Vinieron a celebrar al carismático e intransigente argentino que adoptaron como uno de los suyos.
» Lo tenemos muy cerca, lo tenemos siempre cerca de nosotros. Sabemos lo que el Che representa para los cubanos, para los latinoamericanos y para el mundo. Para nosotros es un gran honor tener su imagen en el pecho y en el corazón», dijo un hombre.
Un extracto del discurso de Fidel Castro en 1967 anunciando la muerte del Che Guevara al pueblo cubano se jugó en la que instó a los niños cubanos a «ser como el Che», un eslogan que perdura hoy en día.
A juzgar por el número de escolares en la audiencia, la vida de Guevara seguirá siendo una parte crucial de la educación de los jóvenes en Cuba en las próximas décadas.
Sus partidarios lo ven como un ejemplo de compromiso y sacrificio, sus críticos ven a un hombre consideran brutal y cruel.
Pero ya sea considerado un héroe intrépido o un radical sediento de sangre, una cosa es segura: fue parte de una generación que está llegando al final de su tiempo en Cuba.
Fidel Castro murió el año pasado y la mayoría de los compañeros de Guevara que acudieron a este evento tienen más de 80 años.
El presidente Raúl Castro se retirará el próximo año, un momento en el que alguien que no sea un miembro de la familia Castro estará al mando en Cuba por primera vez en casi 60 años.