En las células bronquiales humanas normales diferenciadas terminales y polarizadas, la técnica de «pintura» fluorescente (FISH) para todos los cromosomas (excepto Y) documentó que cada homólogo de cada cromosoma ocupa un dominio distinto y separado dentro del núcleo. Los homólogos se distribuyen a lo largo de la membrana nuclear. En la mayoría de las células y cromosomas estudiados, los dos homólogos no eran idénticos: uno era generalmente más «compacto» que el otro, que era más «abierto», con extensiones en forma de fibra. Las diferencias entre los territorios de los homólogos 1 y 7 demostraron ser estadísticamente válidas (P < 0,0001 por la prueba de rango de signo de Wilcoxon), como se ha documentado previamente para los dos cromosomas X(Eils et al., 1996). En algunos conjuntos paralelos de células bronquiales, la posición de los cromosomas en los núcleos era idéntica o formaba una imagen especular, lo que sugiere que la posición de los cromosomas en los núcleos polarizados puede ser constante. Para confirmar esta observación, se midieron los ángulos formados por los dos homólogos en los núcleos ovalados polarizados para los cromosomas 1, X y 7. Las mediciones revelaron que, en aproximadamente dos tercios de los núcleos, los dos homólogos formaron ángulos de 150 grados, 157 grados y 148 grados, casi idénticos a los formados por los mismos tres cromosomas en rosetas prometafásicas de fibroblastos humanos diploides cultivados (Nagele et al., 1995). En aproximadamente un tercio de los núcleos, los mismos homólogos formaron ángulos de 89 grados, 72 grados y 94 grados, y ocasionalmente un ángulo de 180 grados. Se realizó una reconstrucción computarizada tridimensional de los núcleos utilizando los datos de los cromosomas X. Mediante la técnica cinematográfica, se pudo documentar que los ángulos que separaban a los dos homólogos dependían de la rotación del núcleo a lo largo de los ejes X, Y y Z. La causa de la rotación es especulativa en este momento. Debido a la concordancia de estos datos en células epiteliales diferenciadas terminales con observaciones previas en prometafases de fibroblastos diploides humanos, se sugiere que la posición de los cromosomas en todas las células humanas es constante a lo largo del ciclo celular. Se discute la posible importancia de estas observaciones.