La computación en la nube es un modelo para permitir el acceso a una red ubicua, conveniente y bajo demanda a un conjunto compartido de recursos informáticos configurables (por ejemplo, redes, servidores, almacenamiento, aplicaciones y servicios) que se pueden aprovisionar y liberar rápidamente con un esfuerzo de administración mínimo o interacción con el proveedor de servicios. Este modelo de computación en la nube se compone de cinco características esenciales, tres modelos de servicio y cuatro modelos de implementación.
Autoservicio bajo demanda.
Un consumidor puede aprovisionar unilateralmente capacidades informáticas, como la hora del servidor y el almacenamiento en red, según sea necesario de forma automática sin necesidad de interacción humana con cada proveedor de servicios.
Amplio acceso a la red. Las capacidades
están disponibles a través de la red y se accede a ellas a través de mecanismos estándar que promueven el uso por plataformas de clientes heterogéneas delgadas o gruesas (por ejemplo, teléfonos móviles, tabletas, computadoras portátiles y estaciones de trabajo).
Agrupación de recursos.
Los recursos informáticos del proveedor se agrupan para atender a múltiples consumidores mediante un modelo de múltiples inquilinos, con diferentes recursos físicos y virtuales asignados y reasignados dinámicamente de acuerdo con la demanda del consumidor. Hay una sensación de independencia de ubicación en el sentido de que el cliente generalmente no tiene control o conocimiento sobre la ubicación exacta de los recursos proporcionados, pero puede ser capaz de especificar la ubicación en un nivel más alto de abstracción (por ejemplo, país, estado o centro de datos). Ejemplos de recursos incluyen almacenamiento, procesamiento, memoria y ancho de banda de red.
Elasticidad rápida. Las capacidades
se pueden aprovisionar de forma elástica y liberar, en algunos casos automáticamente, para escalar rápidamente hacia afuera y hacia adentro de acuerdo con la demanda. Para el consumidor, las capacidades disponibles para el aprovisionamiento a menudo parecen ser ilimitadas y pueden ser apropiadas en cualquier cantidad y en cualquier momento.
servicio Medido.
Los sistemas en la nube controlan y optimizan automáticamente el uso de recursos aprovechando una capacidad de medición en algún nivel de abstracción apropiado para el tipo de servicio (por ejemplo, almacenamiento, procesamiento, ancho de banda y cuentas de usuario activas). El uso de recursos se puede monitorear, controlar e informar, proporcionando transparencia tanto para el proveedor como para el consumidor del servicio utilizado.