La Llamada a la Santidad

Santo. Es una palabra que los cristianos usan mucho. Sabemos que Dios es santo y sabemos que estamos llamados a ser santos como Él es.

En el mundo, sin embargo, escuchamos mucho sobre ser felices. Esta parece ser la meta final en una vida fuera de Cristo. Y, por supuesto, todos desean la felicidad.

Entonces, ¿en qué se diferencian? ¿Y puede un cristiano ser santo y feliz a la vez?

1 Pedro 1: 13-15 da una explicación clara de cómo han de vivir los cristianos:

Por lo tanto, preparen sus mentes para la acción, manténganse sobrios en espíritu, fijen su esperanza completamente en la gracia que les será traída en la revelación de Jesucristo. Como hijos obedientes, no os conforméis a los deseos anteriores que eran vuestros en vuestra ignorancia, sino como el Santo que os llamó, sed también vosotros santos en toda vuestra conducta.

¿Dónde está la parte de la felicidad? La verdad es que la Biblia nos enseña mucho acerca de cómo Dios desea que sea nuestro carácter, y no acerca de cómo podemos llegar a ser más felices. Dios nunca nos promete una vida fácil. Más bien, Dios nos enseña cómo vivir nuestras vidas para él, sin importar las dificultades que se nos presenten.

Y para qué?

Dios promete que al final hay una recompensa para aquellos que preservan. Estaremos con Él por la eternidad y participaremos en su reino como herederos y coherederos con Cristo.

Romanos 8:17 dice:

Y ya que somos sus hijos, somos sus herederos. De hecho, junto con Cristo somos herederos de la gloria de Dios. Pero si queremos compartir su gloria, también debemos compartir su sufrimiento.

2 Timoteo 2:11-13

La palabra fiel es ésta: que Si hemos muerto con él, también viviremos con él; si sufrimos, también reinaremos con él.

La santidad consiste en ser apartado para los propósitos de Dios con el objetivo de servirle, tanto en esta vida como en la vida eterna.

Así, vemos que la felicidad terrenal no es el objetivo de la vida. La eternidad con Dios es la meta final.

Ver también:
Mantener una Perspectiva Eterna en un Mundo Temporal
Vivir para Jesús: Obedeciendo
Viviendo para Jesús: Resistiendo

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