ESTIMADO Dr. REINISCH: Vi un informe en la televisión sobre un delincuente sexual que estaba dispuesto a ser castrado en lugar de ir a prisión. Pero no pudieron encontrar un médico dispuesto a realizar la operación. Mi pregunta es, si un hombre todavía puede tener una erección después de haber sido castrado, ¿por qué hacerlo en primer lugar? Pensé que después de que un hombre había sido castrado su vida sexual había terminado.

QUERIDO LECTOR: La castración quirúrgica (extirpación de los testículos) de los delincuentes sexuales es una práctica que en los tiempos modernos se ha sancionado con más frecuencia en el extranjero que en los Estados Unidos.

La clave para comprender los efectos de la castración es saber que los testículos producen espermatozoides para la fertilidad y también la hormona masculina, la testosterona, que es responsable de la masculinidad y sexualidad puberal y adulta masculina, incluida la frecuencia del deseo y la práctica sexuales. Es un mito común que la castración causará la pérdida inmediata y total del funcionamiento eréctil.

La extirpación de los testículos afecta directamente solo a la fertilidad.

Un estudio de 1981 de 39 delincuentes sexuales que se sometieron a castración durante su encarcelamiento encontró que, después de un promedio de 4,3 años desde su liberación, el 46 por ciento todavía tenía erecciones y se masturbaba o mantenía relaciones sexuales.

Hay problemas éticos para los médicos a los que se les pide que realicen esta cirugía irreversible. La castración, se argumenta, está en contra del juramento hipocrático, siendo tanto física como psicológicamente mutilante. El contraargumento es que no es ético mantener a un hombre en prisión durante años o de por vida, si un simple procedimiento quirúrgico garantiza su liberación segura.

ESTIMADO DR. REINISCH: ¿Se supone que el pecho femenino es un área sexualmente sensible del cuerpo? Últimamente, varias veces mi esposo ha comentado sobre la falta de efecto que su caricia mi pecho tiene en mí. ¿Esto es normal?

ESTIMADO LECTOR: Alrededor del 90 por ciento de las mujeres informan que su pareja estimula sus senos durante la actividad sexual. Pero si una mujer encuentra que este comportamiento es excitante, varía mucho de un individuo a otro. A finales de la década de 1970, Masters y Johnson informaron que un tercio de las mujeres heterosexuales que entrevistaron no encontraron este tipo de estimulación particularmente placentera. Por otro lado, Kinsey y Masters y Johnson encontraron que aproximadamente el 1 por ciento de las mujeres pudieron alcanzar el orgasmo solo con la estimulación mamaria. Por lo tanto, en respuesta a su pregunta, es normal no encontrar la estimulación de los senos placentera o estimulante eróticamente, e igual de normal encontrarla excitante.

ESTIMADO DR. REINISCH: ¿Qué tan cerca están los científicos de encontrar un equivalente masculino a la píldora anticonceptiva?

ESTIMADO LECTOR: Actualmente se están investigando varias técnicas o dispositivos anticonceptivos masculinos reversibles.

En estudios con animales, el bloqueo de los conductos deferentes (un conjunto de conductos a través de los cuales los espermatozoides viajan desde los testículos hasta el pene) se ha logrado durante períodos de más de un año cuando se inyecta un polímero en el canal de cada uno de estos tubos.

Se ha encontrado que la exposición de los testículos al ultrasonido suprime la producción de espermatozoides en gatos, perros, monos y humanos.

Una de las sustancias más prometedoras bajo investigación es el gosipol, que está hecho de cáscaras de semilla de algodón e inhibe la producción de esperma en los hombres.

Las combinaciones de medicamentos hormonales, como los producidos en el cerebro (análogos de LH-RH) y en los testículos (andrógenos), podrían estar disponibles, según algunos investigadores, para el año 2000. Mientras que los análogos de LH-RH suprimen la producción de espermatozoides, también causan una disminución en el deseo sexual, por lo que se agregan andrógenos para evitar este efecto secundario sexual.

También se están explorando vacunas anticonceptivas que afectan la superficie de los espermatozoides y óvulos individuales para interferir con la fertilización.