Según los estereotipos populares, las mujeres son mejores multitarea. De hecho, una búsqueda rápida en Google conduce a muchos artículos de prensa que reclaman una ventaja femenina. Por ejemplo, las mujeres resultaron ser mejores para realizar múltiples tareas cuando los investigadores usaron escáneres de resonancia magnética para medir la actividad cerebral, pruebas de computadora para medir los tiempos de respuesta y un ejercicio en el que las personas que caminaban en una cinta de correr tenían que completar simultáneamente una tarea cognitiva.
Al analizar décadas de estudios de hombres y mujeres en otras habilidades cognitivas, sabemos que el rendimiento de hombres y mujeres suele ser bastante similar. Sin embargo, hay algunas tareas en las que los hombres y las mujeres se superan constantemente entre sí, en promedio: Por ejemplo, está bien establecido que a los hombres les va mejor cuando imaginan cómo se verían las figuras complejas de 3 dimensiones si se rotaran. A su vez, las mujeres superan de manera confiable a los hombres en ciertas habilidades verbales, como recordar una lista de palabras u otro contenido verbal.
Mientras que la supuesta superioridad de las mujeres en la multitarea ha cosechado titulares, los hallazgos científicos con respecto a las diferencias de sexo en las habilidades de multitarea son bastante inconsistentes: algunos estudios no encontraron diferencias de sexo, mientras que otros informaron una ventaja masculina o femenina.
Una de las razones de estos hallazgos inconsistentes puede ser que, hasta la fecha, la gran mayoría de los estudios han examinado las diferencias de género utilizando tareas de laboratorio artificiales que no coinciden con las complejas y desafiantes actividades multitarea de la vida cotidiana. Otro posible culpable es que diferentes investigadores definen la multitarea de manera diferente.
Para abordar estas preocupaciones, desarrollamos una tarea informatizada, la Tarea de Preparación de Reuniones (CMPT), diseñada para parecerse a las actividades de la vida cotidiana y, al mismo tiempo, basada en el modelo teórico más completo de actividades multitarea. Ese sería el modelo del profesor Paul Burgess del University College de Londres. Define dos tipos de multitarea: multitarea simultánea, en la que realizas dos o más actividades al mismo tiempo (hablar por teléfono mientras conduces) y multitarea en serie, en la que cambias rápidamente entre tareas (preparar tu próxima reunión y responder un correo electrónico, ser interrumpido por un colega, revisar Twitter). Es este último tipo de multitarea lo que la mayoría de nosotros hacemos con mayor frecuencia, y este tipo de multitarea queríamos probar.
En el CMPT, los participantes se encuentran en un espacio tridimensional, que consta de tres salas: una cocina, un trastero y una sala principal con mesas y una pantalla de proyección. Deben preparar una sala para una reunión, es decir, deben colocar objetos como sillas, lápices y bebidas en el lugar correcto, mientras que al mismo tiempo deben tratar con distractores como una silla faltante y una llamada telefónica, y recordar las acciones que se llevarán a cabo en el futuro (por ejemplo, dar un objeto a un avatar, poner el café en la mesa de reuniones a una hora determinada). Esta simulación computarizada se creó originalmente para permitir colocar a todos los participantes en las mismas condiciones exactas, lo que permite comparar fácilmente su rendimiento y evitar variables que puedan afectarlo (por ejemplo, la cantidad de ruido). Estas tareas también permiten medir muchas variables al mismo tiempo. Finalmente, la tarea fue diseñada para colocar a los participantes en una situación desconocida, es decir, en una situación en la que la mayoría de las personas no tienen ninguna experiencia previa que los ayude a llevar a cabo la tarea.
Nuestra idea con el presente estudio fue simple pero rara en la literatura científica: usar una tarea validada para evaluar si hay diferencias de género en las habilidades multitarea en un escenario cotidiano en la población general. Para ello, reclutamos a 66 mujeres y 82 hombres de entre 18 y 60 años y les pedimos que realizaran el CMPT. A partir de entonces, comparamos el rendimiento de ambos grupos en varias variables del CMPT: precisión general de la finalización de la tarea (por ejemplo, ¿han colocado los participantes los objetos requeridos sobre la mesa?), el tiempo total necesario para completar la tarea, la distancia total recorrida en el entorno virtual, si los participantes se olvidaron de llevar a cabo las tareas y si gestionaron los eventos de interrupción (como la llamada telefónica) de una manera óptima. No encontramos diferencias entre hombres y mujeres en términos de habilidades multitarea en serie.
No podemos excluir la posibilidad de que no haya diferencias de sexo en las habilidades multitarea en serie, pero si existen, es probable que tales diferencias sean muy pequeñas. Se necesitan otros estudios que replicen estos hallazgos o que investiguen la multitarea simultánea. Pero creemos que es justo concluir que la evidencia del estereotipo de que las mujeres son mejores multitarea es, hasta ahora, bastante débil.