DISCUSIÓN
La enfermedad degenerativa de la columna cervical (espondilosis cervical) es una afección relativamente común, especialmente en pacientes de edad avanzada.
Las anomalías óseas asociadas a la enfermedad cervical degenerativa se producen con frecuencia en la superficie posterior del cuerpo vertebral cervical, y esto a menudo produce compresión de la médula espinal o de las raíces nerviosas con las consiguientes manifestaciones neurológicas (neuropatía o mielopatía), aunque con frecuencia se asocian osteofitos anteriores que generalmente son asintomáticos.
La incidencia de artrosis y disfagia aumenta entre los ancianos y puede coexistir. Cuando esto ocurre, presenta un dilema diagnóstico y terapéutico.
El reto sigue siendo determinar con certeza si la disfagia es causada por la compresión mecánica del esófago por osteofitos cervicales u otras causas.
La disfagia causada por compresión mecánica generada por osteofitos cervicales anteriores ha sido descrita por innumerables autores3 – 5,aunque algunos creen que la disfagia en un paciente con enfermedad de osteofitos cervicales es puramente incidental. Otros creen que debido a que el esófago comienza en el nivel C6, es imposible establecer una relación de causa y efecto entre la disfagia y los osteofitos cervicales por encima de este nivel.
El mecanismo más probable de disfagia sería su interferencia en la deglución en la unión faringoesofágica, aunque los osteofitos en la columna cervical inferior también pueden interferir con el peristaltismo esofágico.
El grado de disfagia6 se clasifica como leve, moderado o grave. La disfagia leve se define como una sensación anormal (por ejemplo, una sensación de cuerpo extraño o de dolor leve) en la faringe al tragar sólidos o líquidos. Los pacientes con disfagia moderada tienen dificultad para tragar bolos sólidos, aunque los pacientes pueden tragar pequeñas cantidades de líquidos sin dificultad. Este es nuestro caso.
Se han descrito varios mecanismos por los que un osteófito puede generar disfagia. En primer lugar, un osteofito grande puede causar obstrucción mecánica directa del esófago o la hipofaringe. En segundo lugar, la disfagia puede ser causada por pequeños osteofitos, si están ubicados en puntos fijos en el esófago (cartílago cricoide a nivel C6). En tercer lugar, los osteofitos pueden causar una reacción inflamatoria alrededor del esófago o una neuropatía por compresión. En casos raros, como el analizado en este estudio, un osteofito grande produjo disfagia crónica de progresión lenta que había recibido tratamiento conservador previamente.
Los registros bibliográficos más frecuentes encontrados en la literatura médica vinculan estos cuadros clínicos a la enfermedad de Forestier o a la hiperostosis esquelética idiopática difusa6 – 10 y, en menor grado, con osteofitos de origen artrótico.
El diagnóstico debe ser precedido por un estudio de imágenes completo que incluya rayos X simples, tomografía computarizada, resonancia magnética, esofagrama de bario y endoscopia esofágica. Los pacientes deben someterse a un examen endoscópico y otorrinolaringológico adecuado.
Las tomografías computarizadas pueden mostrar detalles más precisos de la relación tridimensional entre el esófago y la columna vertebral. La esofagoscopia se debe usar con considerable precaución en estos pacientes, ya que la pared posterior faríngea y esofágica puede ser delgada y el riesgo de perforación aumenta.
Es importante destacar que el paciente tuvo anestesia inducida por un broncoscopista para evitar lesiones por desplazamientos del eje visceral. Consideramos importante introducir una sonda nasogástrica durante la cirugía que permita al cirujano localizar mejor el esófago y palparlo durante la liberación del osteofito.
El aspecto interesante de nuestro caso es que existe un proceso osteoartrítico entre C4 y C5, con preservación del disco y un proceso artrótico claramente evidente en la articulación facetaria posterior con edema y subluxación de la articulación facetaria (visible en la RM), que está por encima de un espacio (C5-C6) que está casi fusionado. Sospechamos que esto puede haber favorecido la formación del osteofito en un disco más móvil:
Este proceso difiere de los producidos por la calcificación del ligamento longitudinal anterior (entesitis), como se observa en la enfermedad de Forestier.
La resección debe realizarse a través de una vía anterior con el enfoque habitual, resecando el osteófito con un cincel, una horquilla o un taladro. Miyamoto et al. 10 demostró que si realizamos la resección de un osteofito cervical vertebral anterior, puede regenerarse con un crecimiento promedio de 1 mm al año.
Los siete pacientes a los que se hace referencia en este estudio desarrollaron recurrencia radiológica de osteofitos cervicales (ancho >2 mm) dentro de los 4 años posteriores a la resección de los osteofitos.
La osteofitosis marginal anterior debe incluirse entre los diagnósticos diferenciales de disfagia en pacientes adultos mayores. Cuando los tratamientos conservadores han fracasado y el proceso mecánico de compresión es una certeza, esta solución quirúrgica puede restaurar la función digestiva.
Todos los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses potencial en relación con este artículo.