La mayoría de las guías médicas dividen el trabajo de parto en tres etapas:
- Etapa uno: parto temprano, activo y de transición. Comienzan las contracciones, el cuello uterino se dilata y el bebé se mueve hacia abajo en la pelvis. La etapa uno se completa cuando el cuello uterino se ha dilatado a 10 centímetros (cm).
- Etapa dos: El cuerpo comienza a empujar al bebé. Durante esta etapa, las mujeres a menudo sienten una fuerte necesidad de empujar. Esta etapa termina con el nacimiento del bebé.
- Fase tres: Las contracciones expulsan la placenta. Esta etapa termina con el parto de la placenta, generalmente unos minutos después del nacimiento del bebé.
Sin embargo, muchas mujeres en trabajo de parto pueden sentir que están experimentando muchas más etapas que esta.
Etapa uno: parto temprano
En las primeras etapas del parto, el cuello uterino se dilata a los siguientes tamaños:
- 1 cm, aproximadamente del tamaño de una cheerio
- 2 cm, del tamaño de una uva pequeña a mediana
- 3 cm, del tamaño de un cuarto
Al final del embarazo, el cuello uterino puede haberse dilatado varios centímetros antes de que una mujer experimente síntomas de parto.
Algunas mujeres, en particular las que están dando a luz por primera vez, tienen dificultades para saber si el parto ha comenzado. Esto se debe a que las contracciones en el parto temprano a menudo son leves e irregulares, creciendo de manera constante más intensa a medida que el parto progresa y el cuello uterino se dilata.
Este aumento de intensidad puede tomar solo unas pocas horas o puede tomar muchos días. Saber si esto es trabajo de parto real puede ayudar a las personas a prepararse.
Durante el verdadero parto, las contracciones de una persona:
- no están solo en un lado del cuerpo
- comienzan en la parte superior del útero y sienten que están empujando hacia abajo
- se vuelven más intensas y regulares con el tiempo
- no se detienen con el descanso o tomar una ducha tibia
Algunas mujeres pueden beneficiarse de descansar o comer un refrigerio en esta etapa para asegurarse de tener suficiente energía para las etapas más agotadoras que se avecinan.
Etapa uno: parto activo
Durante la etapa activa del parto, el cuello uterino se dilata a los siguientes tamaños:
- 4 cm, el tamaño de una galleta pequeña, como una Oreo
- 5 cm, el tamaño de una mandarina
- 6 cm, el tamaño de un aguacate pequeño o la parte superior de una lata de refresco
- 7 cm, el tamaño de un tomate
Las contracciones del trabajo de parto se vuelven más intensas y regulares durante el trabajo de parto activo. Muchas mujeres encuentran que la principal característica del trabajo de parto activo es que las contracciones son extremadamente dolorosas en lugar de incómodas.
En esta etapa del trabajo de parto, algunas mujeres pueden elegir medicamentos, como una epidural para hacer frente al dolor. Otros prefieren manejar el dolor de forma natural. Cambiar de posición, moverse y permanecer hidratado puede ayudar con el dolor del trabajo de parto activo.
Etapa uno: fase de transición
Durante la fase de transición del trabajo de parto, el cuello uterino se dilata a los siguientes tamaños:
- 8 cm, el tamaño de una manzana
- 9 cm, el tamaño de una dona
- 10 cm, el tamaño de un bagel grande
Para muchas mujeres, la transición es la etapa más desafiante. Sin embargo, también es el más corto. Algunas personas comienzan a sentir la necesidad de empujar durante la etapa de transición. También es común sentirse abrumado, desesperado o incapaz de sobrellevar el dolor. Algunas mujeres vomitan.
Algunas mujeres encuentran que las estrategias de afrontamiento que funcionaron bien en las primeras etapas del parto ya no son útiles. La transición tiende a ser corta y es una señal de que el bebé llegará pronto. Los ejercicios de movimiento, cambio de posición y visualización pueden ayudar.
El cuello uterino continúa dilatándose durante la transición, y la transición termina cuando el cuello uterino se ha dilatado completamente.
Fase dos: dilatación completa y empuje
Una vez que el cuello uterino ha alcanzado los 10 cm, es hora de empujar al bebé hacia afuera. Las contracciones continúan, pero también producen una fuerte necesidad de empujar. Este impulso puede sentirse como una necesidad intensa de tener una evacuación intestinal.
Esta etapa puede durar desde unos pocos minutos hasta unas pocas horas. A menudo es más larga para los que dan a luz por primera vez.
Históricamente, los médicos les dijeron a las mujeres que presionaran de acuerdo con un horario, que contaran hasta 10 y que se mantuvieran boca arriba. Hoy en día, el consejo es muy diferente, y la investigación dice que es seguro para las mujeres empujar de acuerdo con las indicaciones de su cuerpo y durante el tiempo que se sienta cómodo.
Empujar desde una posición de pie o en cuclillas también puede ayudar a acelerar las cosas. Permitir que las personas empujen desde una variedad de posiciones le da al personal médico un mejor acceso a la mujer y al bebé en caso de que necesiten ayudar con el parto por cualquier motivo.
Cuando una mujer da a luz al bebé, puede sentir un ardor y estiramiento intensos a medida que su vagina y perineo se estiran para acomodar al bebé. Esta sensación suele durar solo unos minutos, aunque algunas mujeres se desgarran durante este proceso.
Tercera etapa: después del nacimiento
Unos minutos después del parto, una mujer puede experimentar contracciones más débiles. Después de una o dos contracciones, el cuerpo debe expulsar la placenta.
Si el cuerpo no expulsa completamente la placenta, es posible que un médico o una partera tenga que ayudar a entregarla. A veces, le dan a una mujer una inyección de oxitocina sintética para acelerar el parto y prevenir el sangrado excesivo.
Poco después del parto, el cuello uterino comienza a contraerse a su tamaño anterior. Este proceso puede tardar de varios días a varias semanas.
A medida que el útero y el cuello uterino se encogen, muchas mujeres sentirán algunas contracciones. La mayoría de las mujeres sangran durante varias semanas después de dar a luz.