la vitamina C generalmente se administra por vía oral. Cuando la administración oral no es factible o cuando se sospecha malabsorción, el medicamento se puede administrar por vía IM, IV o subcutánea. Cuando se administra por vía parenteral, se informa que la mejor utilización de la vitamina es después de la administración intramuscular y que es la vía parenteral preferida.
Para inyección intravenosa, se recomienda la dilución en una solución parenteral de gran volumen, como Solución salina normal, Agua para inyección o Glucosa, para minimizar las reacciones adversas asociadas con la inyección intravenosa.
La dosis protectora promedio de vitamina C para adultos es de 70 a 150 mg diarios. En presencia de escorbuto, se recomiendan dosis de 300 mg a 1 g al día. Sin embargo, se han administrado hasta 6 g por vía parenteral a adultos normales sin evidencia de toxicidad.
Para mejorar la cicatrización de heridas, las dosis de 300 a 500 mg diarios durante una semana o diez días, tanto en el preoperatorio como en el postoperatorio, se consideran generalmente adecuadas, aunque se han recomendado cantidades considerablemente mayores. En el tratamiento de quemaduras, las dosis se rigen por la extensión de la lesión tisular. Para quemaduras graves, se recomiendan dosis diarias de 1 a 2 g. En otras condiciones en las que aumenta la necesidad de vitamina C, de tres a cinco veces la cantidad diaria óptima parece ser adecuada.
Los medicamentos parenterales deben inspeccionarse visualmente para detectar partículas y decoloración antes de la administración, siempre que la solución y el envase lo permitan.