Veintiséis a 71% de la población adulta puede recordar haber experimentado un episodio de dolor de cuello o rigidez en su vida. El dolor de cuello es más común en las mujeres que en los hombres, con tasas reportadas de hasta 77,8%. La historia natural no está clara. El dolor de cuello tiene un impacto costoso en la sociedad debido a las visitas a los proveedores de atención médica, las licencias por enfermedad, la discapacidad y la pérdida de productividad. Hay una serie de tratamientos disponibles para el dolor de cuello, uno de los cuales es la tracción mecánica.
La tracción mecánica ‘estira’ el cuello. Con el paciente acostado boca arriba, se coloca un cabestro en la cabeza debajo de la parte posterior de la cabeza y posiblemente la mandíbula y se conecta a una máquina. La máquina se ajusta durante un cierto período de tiempo y un peso específico para que ocurra la acción de tracción. La tracción puede permanecer encendida de manera constante durante el tiempo especificado (denominado continuo o estático) o intermitente (ciclo de encendido/apagado) durante la sesión de tratamiento. Los expertos piensan que la tracción expande el espacio entre las vértebras, aumenta el movimiento de las articulaciones y estira los músculos y ligamentos alrededor de las vértebras. Los efectos secundarios son generalmente pocos, pero pueden incluir dolor de cabeza, náuseas, desmayos y lesiones en los tejidos.
Se incluyeron siete ensayos controlados aleatorios (ECA), con un total de 958 participantes, que analizaron los efectos de la tracción mecánica continua o intermitente en individuos con dolor de cuello crónico (que duró más de tres meses). Algunos tenían síntomas que irradiaban hacia los brazos y la cabeza (síntomas radiculares), otros no.
Solo un ECA (100 participantes) tuvo un riesgo bajo de sesgo, lo que significa que podemos tener confianza en los hallazgos. Este ensayo encontró que, en promedio, no hubo diferencia estadísticamente significativa entre la tracción continua y la tracción con placebo en la reducción del dolor o la mejora de la función para las personas con trastorno crónico del cuello con síntomas radiculares.
En resumen, nuestra revisión no encontró evidencia de ECA con un bajo potencial de sesgo que apoye o refute claramente el uso de tracción continua o intermitente para individuos con trastornos crónicos del cuello.