En la cima de su fama — gracias al éxito de «Los Tres Mosqueteros» y «El Conde de Monte Cristo» — y con un toque de megalomanía, Alejandro Dumas busca escapar de la conmoción de París. «Quiero un castillo renacentista frente a un pabellón gótico, rodeado de agua y un parque inglés, adornado con grutas, rocallas y cascadas.»Estas fueron las instrucciones dadas por Dumas a su arquitecto Hippolyte Durand, quien construyó este paraíso terrenal cerca de Saint-Germain-en-Laye, al oeste de París, que lleva el nombre del héroe homónimo de la famosa novela del autor.
Locura arquitectónica
El castillo neogótico, con sus fachadas totalmente esculpidas, es un monumento histórico catalogado. En el interior, se exhiben los recuerdos del escritor: retratos, cartas, libros y tesoros como el asombroso salón árabe finamente decorado, donde se encuentran los bustos de los escritores favoritos de Dumas: Dante, Shakespeare y Molière, así como toda una serie de objetos exóticos traídos de sus viajes.
Enfrente, descubra el Chateau d’If, un pequeño castillo gótico rodeado de agua, que sirvió como estudio del autor. Intenta identificar los 88 títulos de sus novelas tallados en las fachadas. Los devotos pueden completar la experiencia visitando la tumba del escritor en el Panteón.
Y de abril a octubre, puede realizar recorridos teatrales y musicales donde actores disfrazados relatan la vida en el castillo durante la época de Dumas.
Pintores, escritores, escultores lived, vivían en la región de París. Dentro de las Casas de Artistas Excepcionales.