Los anticuerpos monoclonales (MAB) son una clase creciente de medicamentos que se usan para tratar una multitud de estados de enfermedad, que van desde enfermedades autoinmunes hasta cáncer. Hay más de 40 mAbs comercializados, con casi sales 100 mil millones en ventas en el mundo.1 Aunque los mAbs son un avance técnico y clínico, su utilidad está limitada por la incapacidad de dirigirse a más de 1 mediador celular o vía al mismo tiempo. Esto puede llevar a la destrucción ineficiente de células cancerosas y al desarrollo de resistencia.
En un intento por mejorar estas ineficiencias, un nuevo subtipo de mAbs—anticuerpos trifuncionales—se está estudiando cada vez más en el proceso de desarrollo de varias compañías farmacéuticas. Catumaxomab es 1 de los primeros anticuerpos trifuncionales desarrollados para su uso en pacientes con ascitis maligna.2
Los brazos de unión de catumaxomab son únicos en el sentido de que cada uno de los 2 brazos une a 2 objetivos diferentes. Tradicionalmente, cada brazo (unión del antígeno del fragmento ) se uniría al mismo objetivo, mientras que la región cristalizable del fragmento (Fc) interactuaría con el receptor de la superficie celular y/o el sistema del complemento.
Con catumaxomab, 1 de los brazos Fab se une a la molécula de adhesión de células epiteliales (EpCAM), que es una glicoproteína expresada en la superficie de algunos tipos de células cancerosas.3 El segundo brazo Fab se une al grupo de diferenciación 3 (CD3) en las células T, lo que ayuda a activar la respuesta inmunitaria del cuerpo contra el cáncer. La porción Fc del anticuerpo se une a los macrófagos o células asesinas naturales, que ayudan a coordinar el ataque a las células tumorales. Por lo tanto, la estructura de catumaxomab es una oportunidad única, que reúne 3 tipos de células diferentes para hacer que el tratamiento contra el cáncer sea más eficiente y eficaz.
Continuar leyendo
La neoplasia maligna es la causa subyacente de ascitis en hasta el 10% de todos los pacientes.4 Los cánceres más comúnmente asociados con ascitis maligna incluyen ovario, mama, gástrico y colorrectal.5 Por lo general, la ascitis relacionada con tumores malignos es difícil de manejar, con opciones de tratamiento limitadas que incluyen diuréticos y paracentesis de gran volumen repetidas, que pueden tener un impacto significativo en la calidad de vida del paciente.