Terminología

Cannabis es un término genérico utilizado para denotar las diversas preparaciones psicoactivas de la planta Cannabis sativa. El principal componente psicoactivo del cannabis es tet -9 tetrahidrocannabinol (THC). Los compuestos que son estructuralmente similares al THC se conocen como cannabinoides. Además, una serie de compuestos recientemente identificados que difieren estructuralmente de los cannabinoides comparten muchas de sus propiedades farmacológicas. El término mexicano «marihuana» se utiliza con frecuencia para referirse a las hojas de cannabis u otro material vegetal crudo en muchos países. Las plantas femeninas no polinizadas se llaman hachís. El aceite de cannabis (aceite de hachís) es un concentrado de cannabinoides obtenido por extracción con solvente del material vegetal crudo o de la resina.

Epidemiología

El cannabis es, con mucho, la droga ilícita más cultivada, objeto de tráfico y de uso indebido. La mitad de todas las incautaciones de drogas en todo el mundo son incautaciones de cannabis. La distribución geográfica de esas incautaciones es también mundial y abarca prácticamente todos los países del mundo. Alrededor de 147 millones de personas, el 2,5% de la población mundial, consumen cannabis (prevalencia anual), en comparación con el 0,2% que consume cocaína y el 0,2% que consume opiáceos. En el presente decenio, el uso indebido de cannabis ha aumentado más rápidamente que el de cocaína y opiáceos. El aumento más rápido del uso indebido de cannabis desde el decenio de 1960 se ha registrado en los países desarrollados de América del Norte, Europa occidental y Australia. El cannabis se ha vinculado más estrechamente a la cultura juvenil y la edad de iniciación suele ser inferior a la de otras drogas. Un análisis de los mercados de cannabis muestra que los precios bajos coinciden con los altos niveles de abuso, y viceversa. El cannabis parece ser inelástico en cuanto al precio a corto plazo, pero bastante elástico a largo plazo. Aunque el número de consumidores de cannabis es mayor que el de consumidores de opiáceos y cocaína, los precios más bajos del cannabis significan que, en términos económicos, el mercado de cannabis es mucho menor que el de opiáceos o cocaína.

Efectos agudos del consumo de cannabis en la salud

Los efectos agudos del consumo de cannabis se han reconocido durante muchos años, y estudios recientes han confirmado y ampliado hallazgos anteriores. Estos pueden resumirse de la siguiente manera:

• El cannabis perjudica el desarrollo cognitivo (capacidades de aprendizaje), incluidos los procesos asociativos; el recuerdo libre de elementos aprendidos anteriormente a menudo se ve afectado cuando se usa cannabi tanto durante los períodos de aprendizaje como de recuerdo;
• El cannabis perjudica el rendimiento psicomotor en una amplia variedad de tareas, como la coordinación motora, la atención dividida y las tareas operativas de muchos tipos; el rendimiento humano en maquinaria compleja puede verse afectado hasta 24 horas después de fumar tan solo 20 mg de THC en el cannabis; existe un mayor riesgo de accidentes automovilísticos entre las personas que conducen intoxicadas por el cannabis.

Efectos crónicos del consumo de cannabis en la salud

• deterioro selectivo del funcionamiento cognitivo que incluye la organización e integración de información compleja que involucra varios mecanismos de atención y procesos de memoria;
• el uso prolongado puede conducir a un mayor deterioro, que puede no recuperarse con el cese del consumo, y que podría afectar las funciones de la vida diaria;
• el desarrollo de un síndrome de dependencia del cannabis caracterizado por una pérdida de control sobre el consumo de cannabis es probable en consumidores crónicos;
• el consumo de cannabis puede exacerbar la esquizofrenia en las personas afectadas;
• la lesión epitetial de la tráquea y los bronquios principales es causada por el consumo prolongado de cannabis;
• lesión de las vías respiratorias, inflamación pulmonar y deterioro de la defensa pulmonar contra la infección por el consumo persistente de cannabis durante períodos prolongados;
• el consumo excesivo de cannabis se asocia con una mayor prevalencia de síntomas de bronquitis crónica y una mayor incidencia de bronquitis aguda que en la cohorte de no fumadores;
• el cannabis consumido durante el embarazo se asocia con un deterioro en el desarrollo fetal que conduce a una reducción en el peso al nacer;
• el consumo de cannabis durante el embarazo puede conducir al riesgo postnatal de formas raras de cáncer, aunque se necesita más investigación en esta área.

Las consecuencias para la salud del consumo de cannabis en los países en desarrollo son en gran medida desconocidas debido a la investigación limitada y no sistemática, pero no hay razón a priori para esperar que los efectos biológicos en los individuos de estas poblaciones sean sustancialmente diferentes a los observados en los países desarrollados. Sin embargo, otras consecuencias podrían ser diferentes dadas las diferencias culturales y sociales entre los países.

Usos terapéuticos de los cannabinoides

Varios estudios han demostrado los efectos terapéuticos de los cannabinoides para las náuseas y los vómitos en las etapas avanzadas de enfermedades como el cáncer y el SIDA. El dronabinol (tetrahidrocannabinol) ha estado disponible con receta médica durante más de una década en los Estados Unidos. Otros usos terapéuticos de los cannabinoides están siendo demostrados por estudios controlados, incluido el tratamiento del asma y el glaucoma, como antidepresivo, estimulante del apetito, anticonvulsivo y antiespasmódico, la investigación en esta área debe continuar. Por ejemplo, una investigación más básica sobre los mecanismos centrales y periféricos de los efectos de los cannabinoides en la función gastrointestinal puede mejorar la capacidad de aliviar las náuseas y la emesis. Se necesita más investigación sobre la neurofarmacología básica del THC y otros cannabinoides para poder encontrar mejores agentes terapéuticos.