La mayoría de los casos de enfermedad de Parkinson (EP) mayores de 50 años son esporádicos, y los estudios de gemelos sugieren fuertemente un predominio de etiologías ambientales sobre genéticas.1 Sin embargo, pocos factores se han encontrado de manera consistente en estudios epidemiológicos que tengan efectos importantes, protectores en todos los casos: tabaquismo,urato, 2 y consumo de cafeína.3 El efecto protector de la cafeína (que se encuentra no solo en el café, sino también en el té y algunos refrescos) se ha demostrado en grandes poblaciones de hombres con seguimiento prospectivo, con una reducción drástica del riesgo (hasta cinco veces para las personas que bebieron más de 4 tazas de café al día). El café descafeinado no ofrecía protección, señalando a la cafeína en lugar de otras sustancias en el café o el té como el agente farmacológico subyacente. No se encuentra tal relación lineal en las mujeres, en las que los efectos protectores son inexistentes o en forma de U.4 El efecto protector de la cafeína sobre el parkinsonismo inducido por 1-metil-4-fenil-1,2,3,6-tetrahidropiridina (MPTP) en modelos experimentales generalmente se considera evidencia de apoyo.5 En un ensayo aleatorizado controlado de cafeína para el tratamiento de la EP, se encontraron mejorías de las manifestaciones motoras a las 6 semanas en análisis secundarios, pero no la hipotética mejoría de la somnolencia diurna excesiva. La cafeína es un antagonista de los receptores de adenosina 2A (A2A-R) ubicados exclusivamente en el cuerpo estriado, y específicamente en neuronas espinosas medianas que coexpresan los receptores de dopamina D2, un enlace crítico en la vía motora indirecta. Se puede proponer un modelo plausible mediante el cual el bloqueo de los receptores de adenosina protegería a las neuronas dopaminérgicas de la sustancia negra de lesiones excitotóxicas.6 Varios ensayos controlados aleatorios han confirmado la eficacia de la antagonadefilina, un antagonista selectivo de A2A-R, para reducir el tiempo de espera y mejorar las manifestaciones motoras de la EP.7 Por lo tanto, explorar los mecanismos por los cuales la cafeína puede proteger contra la EP es un esfuerzo que vale la pena.