Artículo

Resumen

Objetivos: Cada vez se reconoce más que una evaluación económica exhaustiva de una nueva intervención sanitaria en el momento de su puesta en marcha requiere tanto un análisis de rentabilidad(CEA) como un análisis de impacto presupuestario (BIA). Las agencias reguladoras nacionales, como el Instituto Nacional de Salud y Excelencia Clínica en Inglaterra y Gales y el Comité Asesor de Beneficios Farmacéuticos en Australia, así como las organizaciones de atención administrada en los Estados Unidos, exigen ahora que las compañías presenten estimaciones tanto de la efectividad de los costos como del probable impacto de las nuevas intervenciones de atención médica en los presupuestos de los planes de salud nacionales, regionales o locales. Aunque los métodos normalizados para realizar y presentar los resultados del CEAs son bien aceptados, el mismo progreso no se ha realizado en función de los sesgos. El objetivo de este informe es presentar orientaciones sobre las metodologías para los que están llevando a cabo dichos análisis o para los que revisan los resultados de dichos análisis.Métodos: El Grupo de Trabajo fue nombrado con el asesoramiento y el consentimiento del Consejo de Administración del ISPOR. Los miembros eran desarrolladores o usuarios experimentados de modelos de impacto presupuestario,trabajaban en el mundo académico, la industria y como asesores de gobiernos, y procedían de varios países de América del Norte,Oceana,Asia y Europa. El Grupo de Trabajo se reunió para elaborar hipótesis básicas y un esbozo antes de preparar un proyecto de informe. Solicitaron comentarios sobre el esquema y los dos trabajos a un grupo básico de revisores externos y, más concretamente, a los miembros de ISPOR en dos reuniones de ISPOR y a través del sitio web de ISPOR.Resultados: El Grupo de Trabajo recomienda que el impacto presupuestario de una nueva tecnología sanitaria tenga en cuenta la perspectiva del responsable de la toma de decisiones en materia de asistencia sanitaria específica. Como tal, el biodebe realizarse utilizando datos que reflejen, para una condición de salud específica, el tamaño y las características de la población,la combinación de tratamientos actual y nuevo, la eficacia y seguridad de los tratamientos nuevos y actuales, y el uso de recursos y los costos de los tratamientos y síntomas que se aplicarían a la población de interés.El Grupo de trabajo recomienda que los análisis de impacto presupuestario se generen como una serie de análisis de escenarios, de la misma manera que se facilitarían los análisis de sensibilidad para el SECA. En particular, los valores de entrada para el cálculo y los resultados de costes específicos representados (un escenario) deben ser específicos para la población y las necesidades de información de un determinado responsable de la toma de decisiones. El análisis de la sensibilidad también debería adoptar la forma de escenarios alternativos elegidos desde la perspectiva del responsable de la toma de decisiones. Las fuentes de datos primordiales para estimar el impacto presupuestario deberían publicarse estimaciones de ensayos clínicos y estudios comparativos sobre la eficacia y la seguridad de las tecnologías actuales y nuevas, así como, cuando sea posible, la población de la propia persona responsable de la toma de decisiones para las demás estimaciones de parámetros. También se recomiendan las fuentes de datos predeterminadas sugeridas. Estos incluyen el uso de datos publicados, información estadística local o nacional reconocida y, en circunstancias especiales, la opinión de expertos.Por último, el Grupo de Trabajo recomienda que el analista utilice el diseño de prueba que genere estimaciones creíbles y transparentes. Si se necesita un modelo de condiciones de salud para el BIA,debe reflejar los resultados de salud y sus costos relacionados en la población total afectada por cada año posterior a la introducción de la nueva intervención en la práctica clínica. El modelo debe ser coherente con el utilizado para el AEC en lo que se refiere a las hipótesis clínicas y económicas.Conclusiones: El BIA es importante, junto con el CEA, como parte de una evaluación económica integral de una nueva tecnología de salud. Proponemos un marco para crear modelos de impacto presupuestario, orientación sobre la adquisición y el uso de datos para hacer proyecciones presupuestarias y un formato común de informes que promoverá la estandarización y la transparencia.La adhesión a estos principios de buenas prácticas de investigación propuestos no necesariamente reemplazaría las directrices de impacto presupuestario específicas de la jurisdicción, pero puede apoyar y mejorar las recomendaciones locales o servir como punto de partida para que los pagadores deseen promulgar directrices metodológicas.
Palabras clave: análisis de impacto presupuestario, evaluación económica,metodología, modelado
Copyright © 2007, International Society for Pharmacoeconomics and Outcomes Research (ISPOR). Publicado por Elsevier Inc.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.