Un análogo estructural, también conocido como análogo químico o simplemente análogo, es un compuesto que tiene una estructura similar a la de otro compuesto, pero que difiere de él con respecto a un componente determinado.
Puede diferir en uno o más átomos, grupos funcionales o subestructuras, que se reemplazan con otros átomos, grupos o subestructuras. Se puede imaginar que un análogo estructural se forma, al menos teóricamente, a partir del otro compuesto. Los análogos estructurales a menudo son isoelectrónicos.
A pesar de una gran similitud química, los análogos estructurales no son necesariamente análogos funcionales y pueden tener propiedades físicas, químicas, bioquímicas o farmacológicas muy diferentes.
En el descubrimiento de fármacos, se crean y prueban una serie grande de análogos estructurales de un compuesto de plomo inicial como parte de un estudio de relación estructura–actividad o se examina una base de datos para buscar análogos estructurales de un compuesto de plomo.
Los análogos químicos de las drogas ilegales se desarrollan y venden para eludir las leyes. Estas sustancias a menudo se llaman drogas de diseño. Debido a esto, los Estados Unidos aprobaron la Ley Federal Análoga en 1986. Este proyecto de ley prohibió la producción de cualquier análogo químico de una sustancia de la Lista I o de la Lista II que tenga efectos farmacológicos sustancialmente similares, con la intención de consumo humano.