El diagnóstico por imágenes tiene dos contribuciones principales para el manejo de pacientes con lesiones o enfermedades de la columna cervical. Es esencial para el diagnóstico preciso y la delineación de la extensión de la lesión y es importante para la evaluación continua de su progreso. Una serie de avances recientes en tecnología han proporcionado nuevos métodos para obtener imágenes de la anatomía y patología de la columna cervical con mayor detalle y diferenciación de tejidos. Este capítulo analiza estos métodos. Ahora existe una variedad de procedimientos de investigación para la columna cervical y la elección de la técnica más adecuada depende en parte de la presentación clínica. Las radiografías simples siguen siendo esenciales y pueden proporcionar mucha información básica y, complementadas con imágenes por resonancia magnética (RM), la mayoría de las afecciones pueden evaluarse completamente. La tomografía computarizada (TC) sigue siendo valiosa si hay lesiones óseas presentes y se pueden requerir procedimientos invasivos para la evaluación final antes de la cirugía. En todas las circunstancias, la estrecha cooperación entre el médico y el radiólogo es esencial para un resultado exitoso. La TC permite observar la columna vertebral en modo axial, lo que permite evaluar la relación entre las articulaciones neurocentrales, el saco dural y las raíces nerviosas. La mejora en la discriminación de tejidos obtenida por la TC ahora ha sido superada por la resonancia magnética, que demuestra que los discos, las vértebras, el saco dural y el cordón cervical son entidades discretas que permiten evaluar sus interrelaciones y evaluar los procesos patológicos. El capítulo también aborda la exploración radioisotópica y la mielografía cervical, la radiología provocativa, la discografía cervical y las inyecciones de facetas cervicales.